sábado, 15 de agosto de 2009

Juego ligero para acabar agosto.

LES LUTHIERS me parecieron unos genios del lenguaje desde el primer momento en que los escuché. Historias trabadas de giros lingüísticos, engaños y aplastantes simplezas literarias (¡aquí un vídeo y aquí otro!)... 
La primera audición me enganchó a la historia y a los pistoletazos humorísticos más evidentes que siempre daban en el blanco de mi risa. Con la segunda ya me adentré a cada una de las frases que decían, cada minucia, y al atrezzo sonoro. Un vicio, porque pocas veces me he reído tanto, tanto. 
A partir de la tercera puesta en marcha uno ya ha memorizado inevitablemente ciertos highlights del cedé y comienza a imitarlos; mucho mejor si estás acompañado, pues ya se establece el diálogo y risa común. A partir de ahí ya se pasa al nivel absurdo de reproducir algunos retazos de la representación luthierana mientras te tomas una caña con amigos y acuñarlos en la conversación, algo con frecuencia fuera de contexto, hecho que no hace más que reforzar estos vínculos humorístico-intelectuales del colectivo. En fin. Se pueden dar situaciones muy curiosas.
Los seguidores de la religión (¿secta?) Luthierana saben de lo que hablo. De hecho es muy probable que sólo ellos me están comprendiendo ahora mismo y que el resto penséis que estoy TOTALMENTE CHIFLADA...

En cualquier caso, resulta que me estoy leyendo Los juegos de Mastropiero, de Carlos Núñez Cortés, uno de los integrantes del grupo. Una delicia ludolingüística que repasa numerosos recursos literarios ejemplificados en la literatura hispánica y en las obras de los mismos Les Luthiers. Para acabar cada capítulo, el autor acompaña un juego que pone a prueba los conocimientos del lector sobre los textos Luthieranos (cuantos más versículos luthieranos sepa uno recitar en medio de un bar con colegas, más preparado está para resolver estos acertijos) y el recién aprendido recurso lingüístico.


Bien. PROPONGO EL SIGUIENTE JUEGO:

Consiste en intercalar a un refrán español los versos "...entre las sábanas", "...entre las piernas" cambiándole por completo o bien reforzando su significado original.

Aquí algunos de los que surgieron de viaje con mi familia, que nos amenizaron toda la semana:

A quién madruga entre las sábanas,
¡Dios le ayuda entre las piernas!

Cuando el río suena entre las sábanas,
agua lleva entre las piernas...

¡DISFRUTADLO y ESPERO VUESTRAS APORTACIONES!

DGAM.