martes, 26 de agosto de 2008

El experimento.

Historia del queso.

Un ratón blanco de laboratorio es expuesto a aquello que es el motor de su vida: el queso. El ratoncillo no busca la justicia en el mundo, ni la igualdad entre ratones macho y ratonas hembra (y no porque sea machista), ni el amor entre los semejantes, ni otros valores de tal envergadura. No. El ratoncillo lo que busca es un queso que sacie su hambre, su necesidad de alimentación.

Bien. El ratón se encuentra ante el dilema: camino A y camino B. Él no lo sabe, pero el queso va a estar siempre al final del laberinto A. En los primeros intentos busca y rebusca por el camino A, y luego por el B, y de nuevo por el A... hasta que encuentra su queso. Y así varios días hasta que aprende que el camino A es el que le llevará a la consecución de su meta.

Un día, el malvado psicólogo de turno (es broma, queridos psicólogos), en su afán de explorar el comportamiento animal para luego transferirlo al humano, le cambia al ratón la ubicación del queso. El ratón, todo ofuscado y perplejo, no logra explicarse dónde narices, perdón, dónde hocicos se ha metido su queso. Así que, ni harto ni perezoso se pone a buscarlo: quiere satisfacer su necesidad, y hará lo que sea por conseguirlo. Busca y rebusca por los recovecos del laberinto A, y al no encontrar nada, sigue buscando hasta dar con el laberinto B, y en él busca y requetebusca hasta encontrar su preciado valor quesil.
El ratón blanco, ser inteligente donde los haya, no se quedó estancado preguntándose dónde está el queso, sino que prefirió modificar su conducta y seguir buscando hasta alcanzar el equilibrio metabólico.

Ahora bien. Yo me pregunto a mí misma. ¿Por que yo en ocasiones no logro ver que las cosas no tienen tan sólo una solución y me quedo muriéndome de hambre al final del laberinto A esperando que alguien me plante el queso delante de mis narices?

viernes, 15 de agosto de 2008

Margarita sonríe desde el negro de sus ojos y el rojo de su corazón.

La historia de Margarita nace con Ferípula, interesantísima mujer argentina, y la continuó Bolero, sensual fémina con las cosas muy claras y que las cuenta directamente tan cual las siente.

Acepto la invitación y continúo aquí con la historia de Margarita.


Imagen: "Despedida" de Álvaro Reja.


Margarita ya era feliz. Ahora sonreía cuando quería, lloraba cuando quería y bailaba sin parar. No le importaba que le mirasen, sólo SENTÍA y SENTÍA, y de esta forma se pasaba los días. 

Un día se comió una chocolatina y el pelo se le volvió azul.
Otro día se comió una azucena y comenzó a transpirar música jazz (se dice que desde entonces todos los que la rodean siguen con el pie, sin darse cuenta, el alegre compás de su música).
Otro día relamió el jugo de una naranja madura recién caída de su árbol y sus negros ojos empezaron a chisporrotear como bengalas de fiesta. 

Margarita era feliz y ni casarse quería. ¿Para qué?, se dijo a sí misma. ¡Nada más necesitaba!
Con tanto amor y tanto sexo (tres amantes tenía, ¡tres!), tanta música y tanta flor, Margarita un hijo engendró. ¡Qué alegría!, dijeron ella y sus tres amantes al unísono. Y en su vientre comenzaron a crecer flores de colores...

Margarita se echó un día el bebé al pecho, a la espalda la mochila, y se lanzó a volar sin miedo. Margarita y su bebé viajaron por el mundo, empapándose de todos los rincones y gentes, aprendiendo todos los colores del universo y todas las músicas. Margarita experimentó. Sintió. Vibró. Aprendió. VIVIÓ.

jueves, 14 de agosto de 2008

Yo memo, tu memes.

Mi primera vez.
Mi primer meme.
Antes que nada he tenido que averiguar cómo va esto... Me parece interesante, es un motivo más para pensar y escribir.

Este meme me lo propone Vantysch, y consiste en lo siguiente:
- Copiar las reglas (que son estas 3)
- Escribir 14 pequeñas cosas que me hacen feliz
- Seleccionar 6 blogs para que sigan con el meme y avisarles.

Me hace feliz...
1. El abrazo de mis padres.
2. Escuchar las "musicasettes" que grababa mi hermana cuando éramos pequeñas y escuchar nuestras voces cantando, hablando y jugando a "Radio Pepa"...
3. Girar la cabeza y encontrarme con el brillo de los ojos y con la sonrisa de mi pareja.
4. Decir una tontería absurda y reírme a carcajada limpia de mí misma.
5. Cantar en la ducha y por casa (aunque no sé si esto hace felices a los que me rodean).
6. Ir a recoger un un carrete de fotos a la tienda, sin recordar qué fotos había en el carrete. Luego las fotos son toda una sorpresa (soy una retro, y voy con 10 años de retraso a la era digital, ¿¡pasa algo!?).
7. Despertarme por la mañana y saber que no tengo que salir corriendo a hacer nada.
8. Compartir una risa descontrolada con cualquier persona.
9. Bailar música balcánica.
10. Comer queso, en todas sus formas.
11. Hacer una excursión y subir una montaña, aunque sea pequeñita.
12. Subir a una torre y ver la ciudad desde lo alto.
13. Dedicarle un tiempo a un libro para olerlo y tocarlo en el momento de comenzar a leerlo.
14. Saber que hay gente que me quiere.

Y me doy cuenta de que, POR SUERTE, me quedo corta y aún podría continuar la lista...


miércoles, 6 de agosto de 2008

Mi mano derecha.

Segunda edición del FdH (Festival del Hospital). Ahora soy yo la que tiene el pase VIP de entrada (y por suerte también salida) rápida.

Me gusta ser artista y cuando me pongo a hacer cosas me gusta hacerlas bien. Así que puestos a resbalar en el pasillo, pues lo hago estupendamente, cual patinadora artística entrenando para Pekin 2008. 
Lo primero que hay que hacer es fregar el suelo, a ser posible con un poco de jabón para desinfectar la superficie y posteriormente deslizarse mejor por ella.
Lo segundo es meterse al baño con intención de ducharse. Ya se sabe, el protocolo habitual de hacer pipí, quitarse el pantalón y las bragas, quitarse la camiseta, y lo más importante del desnudo integral, quedarse BIEN DESCALZA. 
Lo tercero es recordar de pronto que hay que ir a por una cosa en otra habitación y salir a por ella, y si es posible ir con prisa aunque no se tenga. Tanto más prometedor será.

Y ya está, lo demás ya viene solo: el pie derecho resbala por el lateral, la pierna izquierda se levanta intentando recuperar la ansiada verticalidad, los brazos aletean en el aire deseosos de volar y prolongar el tiempo de vuelo, el pie izquierdo encuentra el contacto en el suelo y resbala ágil por el otro lateral, se adelanta la mano derecha, ¡se adelanta la mano derecha!, ¡Dios mío, sí!, ¡va a llegar al suelo en primer lugar!, lo intenta la cabeza pero queda rezagada evitando el contacto con la pared del pasillo, la boca grita un potente AaaAAaaaAAAAAaaaAAAAAAAH animando al resto del cuerpo, ¡avanza la cadera derecha en un giro rápido para ganar tiempo! y... ATERRIZAJE CON ÉXITO: en primer lugar llega la mano derecha que carga todo el peso del cuerpo sobre la muñeca, la cadera derecha consigue un merecido segundo puesto con un golpe que promete un enorme moratón para todo el mes de agosto, y en último lugar, con un buen perder, el resto del cuerpo.
¡Victoria APLASTANTE para la mano derecha, que obtiene como medalla de oro una preciosa férula de yeso para quince días! "¡Bien, bien!"

Declaraciones de la mano derecha: "ha sido duro (la competición y el suelo) pero emocionante, además, siempre deseé tener una escayola en agosto".
Declaraciones de la cadera derecha: "soy fanática del color violáceo, así que estoy satisfecha con el resultado".
Declaraciones del pie izquierdo: "bueno... este éxito de la mano derecha sigue sin superar mi victoria de hace dos años. Aquello fue memorable. ¿Le importa si le cuento cómo fue?. Pues estábamos yo y el resto del cuerpo en un concierto cuando..."
El resto del cuerpo murmura: "no pasa nada, los últimos serán los primeros."

Sí, sí, hay para todos...

domingo, 3 de agosto de 2008

La elegancia del erizo.

SOY VÍCTIMA DEL DETALLE y esclava de la gramática. Mis sentidos tienden a concentrarse en los diminutos estímulos que le ofrece mi mundo, y me dejo llevar por el gran valor que estas menudencias en sí encierran o que particularmente para mí adquieren.
Disfruto oliendo los objetos y los espacios, me excitan las connotaciones lingüísticas (¿"desdoblar" se acerca más a dividir o a multiplicar?, ¿se puede desdoblar algo que previamente no se ha doblado?, ¿qué relación existe entre escribir, inscribir, adscribir, suscribir, describir, transcribir, proscribir y prescribir, circunscribir?...), me encanta encontrar valores ocultos en imágenes, sonidos, objetos miradas y palabras, me gusta mirar por el objetivo de mi cámara de fotos, dibujar figuras con el dedo sobre la piel, fotografiar el crecimiento de una flor y en general los movimientos lentos...
Puro narcisismo, el que me hace pensar que esto me hace diferente a otras personas, lo sé.

Este libro narra en forma de diario las observaciones de dos intelegentísimas mujeres: una niña de 12 años y la portera del mismo edificio. Solitarias pero espléndidas, las dos describen esas pequeñas cosas de vida que nos ayudan a encontrarle un sentido. 

Aquí empiezo a coser una COLCHA DE PATCHWORK, con estos retazos de "La elegancia del erizo", de Muriel Barbery. En bastantes aspectos me he identificado con el pensamiento de las protagonistas y además, por el momento en el que lo leí, me ayudó a comprender ciertas cosas de mi sentida rareza.

"Por una razón desconocida, soy hipersensible a todo lo disonante, como si tuviera una especie de oído absoluto para las notas desafinadas, para las contradicciones. [...] Y por consiguiente, no me reconozco en ninguna creencia, en ninguna de esas culturas familiares e incoherentes."

"Nunca vemos más allá de nuestras certezas y, lo que es más grave todavía, hemos renunciado a conocer a la gente, nos limitamos a conocernos a nosotros mismos sin reconocernos en esos espejos permanentes. Si nos diéramos cuenta, si tomáramos conciencia del hecho de que no hacemos sino mirarnos a nosotros mismos en el otro, que estamos solos en el desierto, enloqueceríamos. [...] Yo suplico al destino que me dé la oportunidad de ver más allá de mí misma y de conocer a la gente."

"¿Somos acaso civilizaciones tan carcomidas por el vacío que sólo vivimos en la angustia de la carencia? ¿Sólo disfrutamos de nuestros bienes o de nuestros sentidos cuando estamos seguros de que disfrutaremos más aún? Quizá los japoneses sepan que sólo se saborea un placer porque se sabe que es efímero y único y, más allá de ese saber, son capaces de construir con ello sus vidas."

"Todas esas búsquedas, todos esos mundos... ¿Podemos ser tan semejantes y vivir en universos tan distantes? ¿Es posible que compartamos un mismo frenesí, cuando sin embargo no somos del mismo suelo, ni de la misma sangre ni la misma ambición?"

"Pero si se teme el mañana es porque no se sabe construir el presente, y cuando no se sabe construir el presente, uno se dice a sí mismo que podrá hacerlo mañana y entonces ya está perdido porque el mañana siempre termina por convertirse en hoy, ¿lo entendéis?"

"Ay, ay, ay, me he dicho, ¿quiere esto decir que así es cómo uno tiene que vivir su vida? ¿Siempre en equilibrio entre la belleza y la muerte, el movimiento y la desaparición? Quizás estar vivo sea esto: perseguir instantes que mueren."


viernes, 1 de agosto de 2008

Triple sesión de cine.

Tres historias de amor para una tarde de viernes.

CONTRA LA PARED. Un amor casual e inusual. Transformador.
HANA-BI. Un amor que duele. Dramático y poético.
HIERRO 3. Un amor sin palabras. Existencial y vivencial.
Desde aquí saludo a todos los amantes.