jueves, 30 de octubre de 2008

Haiku nº 1

En las tinieblas
lo que ronda mis ojos
es tu sonrisa.

Issa

domingo, 19 de octubre de 2008

Amores perros.

El otro día un amigo me dijo que creía que se estaba volviendo loco. Lo decía en serio, literalmente. El motivo era la falta de perspectivas en su vida en cuanto a las relaciones personales. Vivir bajo el compromiso de la pareja (y satisfacer el plan preestablecido de familia feliz e hijos) vs. vivir independiente follando bien y sin mirar con quién.
¿Acaso no hay más alternativas?

Llegados a un punto de la conversación, le pregunté: "¿Pero, tú estás enamorado?".
Su respuesta fue un rotundo "No". El enamoramiento es una idiocia súbita, de duración variable, y con efectos secundarios (véase: ceguera emocional, alucinaciones ópticas y esquizofrenia amatoria). Personalmente no estoy de acuerdo. Creo que esta idiocia puede ser inicial, pero que por suerte es transitoria y que el enamoramiento, vivido de otra forma, más realista y más sincera, puede sobrevivir e ir mucho más allá. 

¿Qué es estar enamorado? ¿Realmente el Amor es algo susceptible de diferentes definiciones, según lo que significa para cada persona? ¿O el Amor, como sentimiento universal que es, tiene una definición única?

Boni, el dueño del café Oasis en el barrio del Carmen de Valencia, decía algo así en un poema suyo:
Te quiero
Te quiero de la única forma que te puedo querer
Te quiero dejándote ir.

Y entonces me di cuenta de cuán cierto era. Aunque a veces resultara doloroso. Muy doloroso.

Esto me hizo recordar una canción de Pedro Guerra, Todo es desorden:
No pondré barrotes a los bordes de tu cama,
no pondré cancelas al dominio de tu piel [...].
No diré las normas imprecisas de los torpes,
no diré palabras que condenen la pasión...

Bueno, y una perla que escuché en la última boda a la que fui. Dijo el cura: 
Que con el yugo suave del amor hiciste más fuerte la alianza nupcial... 
Supongo que este es un claro ejemplo de oxímoron. ¿Cómo pueden ir las palabras "yugo" y "amor" juntas?

¿Acaso no se siente uno totalmente libre cuando ama?

Solo sé que no sé nada.
Solo sé que yo estoy enamorada.

viernes, 3 de octubre de 2008

Hiddensee (2ª parte). O cómo Dorita se perdió en su Oz particular.


(Viene de Hiddensee 1ª parte)
En una ocasión me crucé con un camino enlosado, muy bien hecho, bien llano y señalado. Allí sí que vi a gente, amantes esta vez. Pero mis pies me querían llevar fuera del camino -yo en Oz no tendría nada que hacer-, querían buscar la orilla donde el terreno firme nevado y la superficie congelada del mar (¡sí, un mar congelado!) se confundían. Y me dejé llevar por ellos, cada vez más alejada de cualquier signo de civilización.


Me parecía increíble no ver a nadie, ni a lo lejos, ni en la estepa, ni descendiendo la colina, ni en lo alto donde rige el faro. Mirando al frente, nadie. LA NATURALEZA PURA y YO. Para entonces ya había (casi) abandonado en el intento de captar cada instante, cada perspectiva con mi cámara de fotos... y es que aunque así lo hiciera, lo que esta iba a reflejar no iba a ser mas que un pequeña fracción de la realidad, y lo que se experimenta en una situación así no hay cámara que lo capte.
Por fin una zona habitada. Lo digo por las casas, no porque viera habitantes. Aún faltaban 2'5 km hasta el siguiente pueblo desde donde saldría el ferry de vuelta. Y esta vez sí que, cual DORITA por el camino de baldosas amarillas pero sin chapines rojos, decidí seguir fielmente la ruta. Estaba agotada de caminar tanto entre la nieve y de luchar contra la gravedad evitando resbalarme en el hielo...

Para cerrar el círculo insular, regresé a la playa donde había comenzado mi "Wanderung" (ruta a pie). El atardecer merecía la pena. Resultó bastante agotador, pero se trataba de ese tipo de cansancio que al mismo tiempo es tan reconstituyente, que te hace sentir tan bien.

Lo más especial: la sensación de formar parte de un incomprensible paisaje como sacado de un cuento, el encuentro inevitable conmigo misma, Jodorowsky en mi cabeza, y el lobo estepario acompañando mis pies.