domingo, 14 de septiembre de 2008

Hokusai

Yerático y el aliento contenido
con una supuesta protección:
la creencia de no estar solo.

Extático, sintiendo el bramido de la ola
(¡escapismo inminente!),
confiando en que será la última.

Inerte y con las mandíbulas constreñidas,
se deja llevar por este mar 
de locura humana.

Y mientras tanto el monte Fuji nos observa...

Imagen: La gran ola de Kanagawa. Hokusai. 

12 comentarios:

AdR dijo...

Y nos observa por debajo de la ola que todo se traga. Y tiene garras de espuma, sal y algas :)

Veo una ola y me dan ganas de volar sobre ella.

Besos

Pannic dijo...

a lo que sólo te puedo decir...¿lo cualo?...Estas de un trascendente que me sobrepasa...te voy a tener que recetar 2 horitas de telebasura con 1/2 litro de helado, un pijama y un sofá.

JUANAN URKIJO dijo...
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JUANAN URKIJO dijo...

Me pasa un poco como a Pannic, Magnolia. A veces no sé interpretar los poemas. Los leo y me digo: Vaya, debe ser hermoso; no entiendo nada.
Pero evidentemente es mi problema, de modo que tranquila.

Un beso.

Tacirupeca Jarro dijo...
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Tacirupeca Jarro dijo...

Ya me extraña que incluso haya alguien que se haya atrevido a escribir en esta entrada.
Esto (no pretendo llamarlo ni poema ni ná) lo escribí hace medio año, que me dió un chungo chunguísimo...

Yerática, extática, inerte era como me sentía. Sin respirar, con las mandíbulas tensas, no entendiendo nada de lo que me pasaba: esto era mi día a día, y tan sólo esperaba que todo acabara cuanto antes.

Me sentía como una de las personillas que van dentro de las barcas, en una posición de sumisión pasmosa, a pesar de estar viendoles venir encima esa enorme ola. Un poco el decir "voy a aguantar aquí agarrado como sea, se me viene una enorme ola y no sé si voy a salir de esta". Pero el mundo (Fuji) sigue ajeno a lo que está ocurriendo en el océano.

Bueno, es un poco complejo para mí. Realmente no quiero explicar más, porque quizá no hay nada que entender. Siempre se puede disfrutar de este maravilloso grabado de Hokusai.

Un saludo!

Anónimo dijo...

Aunque cueste entenderlo es hermoso, muchas veces divagamos por el inmenso océano de pensamientos que guarda nuestra mente...a veces nos encontramos pronto y otras no...
Un besito!

Vive Malabar dijo...

Bueno, pues punto y a parte...qué digo y final!!!!!
Es algo...complejo cuando uno sufre y otros no lo sienten en sus carnes, nunca nadie ajeno podrá comprender bien el sufrimiento propio...Por más palbras que le pongamos. Pero... no más vueltas a esa Noria, estamos contentos de que hayas vuelto a estar entre nosotros. Grita si lo necesitas, llora si te va bien, relaja, descubre que todos nos sentimos un poquito así en muchos ratitos... pero sobre todo...
BAILA; y pon el video ;D!!!!

Anónimo dijo...

Pues yo creo que expresar como te sentías es algo que "dicen" ayuda a superar los obstaculos. No se, yo me caí una vez y deje que me arrastrara la corriente y aun no encuentro las palabras exactas de como me sentía.

Menos mal que esto es pasado...

Besos

Tacirupeca Jarro dijo...

PANNIC!!!, tomo nota de tu recomendación sillonil y heladera, últimamente lo practico bastante, pero creo que nunca es suficiente! Un besico.

Anónimo dijo...

Me voy a estrenar entre Fujis... Como curiodidad, este cuadro lo tenía Debussy en su casa y sus proporciones estudiadas se inspiró para componer su obra "La mar" o "Lamer" en francés ;p
Los secretos son siempre increíbles...
Besitos del Autor del Lazarillo.

Tacirupeca Jarro dijo...

Es difícil navegar en este océano, pero qué bonito es perderse en él, aunque a veces tengamos que afrontar tormentas, ¿verdad CAROLINA?

MALABARISTA, ya sabes que me bajé de la noria, y ahora me he subido a los autos de choque: donde todas las direcciones son buenas. Gracias por tus palabras. Un beso fuerte, viajera.

Pues BRUJITA, si te lo pide el cuerpo cuéntalo. No tiene porqué ser con palabras ni contarlo a otra persona. Puede ser algo sólo para ti, y en forma de texto, de dibujo, de trabajo personal... pero por algún lado debe salir, no sea que luego se enquiste. Otro beso por aquí.

ESTIMADO AUTOR DEL LAZARILLO, tu apunte es genial, me encanta La Mer y Lamer, ¡qué coincidencia! jajajaja. Besos a mil.