domingo, 14 de diciembre de 2008

De cómo el cuerpo de policía detuvo a "los cuerpos". 3ª y última entrega.

Este es el desenlace de la historia. Aquí el inicio. Aquí el nudo.

El tímido de pelo naranja había perdido el color. Su discurso resultó el más sensato que nunca haya manado de boca de un macho. Comparó el potencial de las chicas con el de ellos, su ingenio y su valor y dejó constatado de manera casi científica que acabarían con ellos. Sin embargo, era necesario hacerlo o aquello iba a convertirse en toda una orgía. La patrulla sacó las esposas mientras Asgolfa preparaba la tocinera. Las amigas, que al verlo se pusieron muy contentas, de repente cambiaron de opinión, se volvieron más avariciosas y exigieron condiciones. Fue de nuevo Sobella Chichilá, en un cruel alarde de poder.
- De aquí no nos vamos sin un tacto rectal.
- Bueno, ya está bien. Lo que tenga que ser será, lo negociamos de camino a la comisaría, no le digo que no –aunque parezca mentira, esta era la voz del supremo.
Entraron en la tocinera llenas de emoción y júbilo. El de la media sonrisa se sentó al lado de Rufina Chuminol, feliz también de acompañar a una chavala de tan buen ver. Antes de llegar a la comisaría ya se habían intercambiado los teléfonos y rozado con sutileza. Fue el comienzo de una gran historia de amor que generaría expectativas y apuestas entre el resto de los presentes.

Poco más se sabe del suceso. Sólo que pasaron la noche en una celda acompañadas de los cinco varones, cantando –o más bien canturreando- canciones de los ochenta. Karamierdanmaiami era un apasionado de los Bee Gees, lo cual enterneció el alma de Sobella Chichilá, que acabó besándole. Guapanui Chochonso encontró a su alma gemela en el quinto policía, un tal Manolo, un poco beat, que escribía en su blog sobre escenas costumbristas del sábado por la noche. Malinda Chichona consiguió que Juan le diera la mano y le besara en la frente, un gran principio. Y Divinal Rechichín se quedó con el cuarto poli, que le enseñó la cicatriz de la pierna derecha y se dejó bautizar por ella como “Patrullero Mancuso El Breva”. 
Una escena coral entrañable, un final que nada debe envidiar al del musical Greese, una lección de moral y buenas intenciones en un mundo que parece haber olvidado los conceptos de amor, sexo, fiesta, botellón y pechos al aire. ¡Arriba los culos y las risas!

13 comentarios:

Pannic dijo...

Eso es un final de historia y no lo de "sin tetas no hay paraiso"...aún estoy esperando ver tetas.
Sois una corrompedoras de la autoridad...provocadoras etílicas...promiscuas de esfinter rápido (por lo del tacto rectal)...y todo esto en mi Zaragoza...ver para creer (a ver si colgais el video, juer). La pregunta es inevitable...todo fué un accidente cosmológico o sois así por sistema???

Chuspi dijo...

jajajaja!! Me río por el escrito y ahora al ver el coment de Pannic, que no le sobra razón, jaja!!

Pero todo eso es cierto? habéis acabado liadas con los maderos? Joer los alcoholes,lo que traen bajo el brazo, jaja!
Ya nos dirás....

BESOS !

AdR dijo...

Jajaja, qué locas estáis.
Lo del tacto rectal quedó muy bien, vamos... yo, ni siendo policía podría haber permanecido con la seriedad puesta por corbata :P

Besos

Alberto dijo...

Coincido con todos los anteriormente publicados, annadiendo que puede ser un relato de terror para los policias y ademas un relato erotico para el resto de los lectores...les pone tirarse al cuerpo de esa forma :). No me encontre a nadie antes tan entusiasmado con un tacto rectal...y me ha encantado el tono macarra...un abrazo

Tacirupeca Jarro dijo...

Ya avisé al principio que esto era una versión bastante sui generis de la noche en cuestión.

Los acontecimientos de facto fueron menos punkis y menos culebroneros, pero en nuestro recuerdo bañado de risas y cachondeo es así como lo vivimos.

En cualquier caso no desvelaré qué parte de la historia es verdadera y cual literaria.

En respuesta a Pannic, normalmente somos bastante más tranquilas, pero solemos estar abiertas a cualquier cosa divertida que se nos cruce. Y por cierto, Zaragoza me está resultando cada vez más inspiradora en este sentido.
Un besico a todos

Verónica dijo...

Nunca os aburris,me ha gusta el final de la historia. Por cierto, me quedo por aqui un buen rato, si me dejas, claro...

besotes de esta peke.

pd: te espero por mi rincon con una buena taza de cafe caliente.

Vive Malabar dijo...

Menuda panda de Locuelas... Así, desarmadas, con un par, desafiando la autoridad y fuerzas de los cuerpos del estado..y venciendo!!!

en tu proximo viaje a Zaragoza... Yo me apunto!!!!

Un besazo!

Sombras en el corazón dijo...

Una juerga memorable. Y además documentada. Para el libro Guiness, vamos.

Un besazo

Tacirupeca Jarro dijo...

Peke, encantada de que te quedes. Un abrazo.

Malabar, cuento contigo, ¡me parece que tú también prometes noches para recordar! Otro abrazo.

Sombras, memorable es, a nosotras no se nos olvidará en mucho tiempo. Otro beso para tí.

Raúl dijo...

Uno no sabe nunca donde puede toparse con el amor. Una celda puede ser, por tanto, un escenario idóneo. Sonrío.

Pd.- Me encanta el lenguaje del texto.

Anónimo dijo...

El desenlace ha sido un "happy end" en toda regla... menuda vuelta de tuerca al drama carcelario... lo que me he reído. Creo que vas a provocar un incremento del turismo temático (nocturno-alcohólico-carcelario) en Zaragoza...

dintel dijo...

Jajajajajajajaja

Recursos para tu blog - Ferip - dijo...

:)
Qué bueno que pudiste contarlo!

Un abrazo y espero que pases unas fiestas con menos contratiempos!!!ja!
Bechos!